El nombre de este gran filósofo era tan largo como sus distintas dotes de sabiduría. Había nacido Abu Ḥamid Muhammad ibn Muhammad at-Tusi al-Ghazali, en Ghazalehen, Irán en 1058 y fallecería en Tus, Irán el 19 de diciembre de 1111, a los 53 años de edad.
Traducido al latín su nombre se transforma en Agazae.
Cuando el visir del sultán de Seltjuk, Nizam al-Mulk, sabe de la enorme y popular reputación de Algazae, como sabio en conocimientos, le toma bajo su protección en 1901, nombrándole Profesor de Madraza de Bagdad.
En 1095 Algazel cayó en una honda crisis personal. Tan deprimido se encontraba que le hizo renunciar a su posición y abandonar a su familia, convirtiéndose en un asceta errante.
La obra de Algazel dio un gran impulso con referencia esencialista a la religión islámica. Esta es abundante y ha sido calculada en unas 130 y según otros 70 títulos, prácticamente todos sobre filosofía y religión.
Hay que destacar entre ellas:
La Alquimia de la felicidad, La destrucción de los filósofos y Destrucción de la Destrucción.
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