Bibliografía de José Iglesias Benítez: "Visita al mesón Puta Parió" (Artículo)

En Jarandilla hay un mesón muy famoso, quizá debido al nombre, mucha gente que lo visita por primera vez que va al pueblo no sabe la definición exacta y aunque la mayoría sí lo sabe dan algunos rodeos para decir el nombre antes de preguntar. Y también por saber que este nombre dado 

al susodicho mesón no les agrada mucho a los jarandillanos.

En esta época del año ya dejan verse algunos turistas que acuden por esta localidad de la Vera. Algunos de ellos son extranjeros y es que Jarandilla viene a ser el centro cultural de la comarca, indudablemente el Parador le da  ese interés más  propagandístico y con añadidura a toda la comarca en sí. 

Cercano a Jarandilla hay tres gargantas y el paisaje viene a ser bucólico y acogedor, aun y a pesar del mal tiempo que hace en invierno e incluso ahora en primavera. Es una maravilla ver las nubes cubriendo la cima de las sierras encaramadas algunas de ellas en los picos más altos. Todavía puede verse algo de nieve que se mantiene  latente durante todo el invierno y parte de la primavera.

                             

                                                                    De izquierda a derecha: Alfonso, Mari Carmen, 

                                                                          Pepe, Inmaculada, Agustín y Marian.

                                 

                                                    Mesón "Puta Parió", Jarandilla, 20 de mayo de 2000.

                                                                                                 (BE-1369)

-¿Usted sabe por dónde se va al mesón? –preguntamos a un lugareño que pasa por la calle.

-¿Que mesón? –se extraña el aludido.

-A uno que tiene… no sabemos bien… su nombre es... no conseguimos decirle cómo... –contesta Pepe, dándole rodeos a las palabras, sin terminar la frase.

Y es que el mesón tiene un nombre muy particular “Mesón de la Puta Parió", a ninguno nos terminaba de salir de la boca, estaba en la “punta de la lengua”, de tan conocido como era, y a otros por la deferencia hacía los vecinos..

Después de cenar algo en el mesón donde, por cierto, nos hicimos unas fotos que tuvo a bien en hacernos el camarero  con la cámara de Agustín; nos fuimos a la zona de bailes y de copas para terminar la noche antes de irnos a la cama.