Autor:
Charles Baudelaire
Esta guía aborda los poemas más representativos de las distintas partes de Las flores del mal para ofrecer una imagen completa de la obra. En este resumen realizaremos un recorrido por cada una de esas partes y resaltaremos sus principales características.
El libro está dedicado a Theóphile Gautier. Tras esta dedicatoria, y antes del comienzo de la primera parte, aparece un poema denominado “Al lector”, en el que Baudelaire les brinda a sus lectores una síntesis poética del contexto social en el que nacen los poemas que están por comenzar a leer. Se trata de una especie de advertencia.
Tras esta advertencia, comienza la obra propiamente dicha. Las flores del mal está dividida en seis partes. La primera se llama “Spleen e Ideal”, y es la más larga. Con sus 102 poemas, abarca casi tres cuartos de la totalidad de la obra. En esta sección, el yo lírico poetiza sobre la oposición entre lo Ideal de la naturaleza, el amor y la belleza (en donde busca su refugio), y los vicios inevitables derivados del Hastío (nombrado con mayúscula por el autor) que, en la obra, funciona como sinónimo de Spleen. El término “Spleen” significa “Bazo”. Según la antigua medicina griega y la teoría de los humores, la angustia y la melancolía se alojaban en el bazo de las personas; de allí la utilización del término por parte de Baudelaire.
Barcelona, 1999
Ed. Unidad Editorial (El Mundo)
253 páginas + 1 hoja
Colección: "Millenium", 37
(Las 100 joyas del Milenio)
Traducción: Ángel Lázaro
Prólogo: Rafael Argullol
21x12,5 cms.
Ejemplar adquirido con el diario "El Mundo" en 1999
Sin índice b.
100p
(BG-6568)
El autor:
Charles Baudelaire (París, 1821 - 1867)
Poeta francés, uno de los máximos exponentes del simbolismo, considerado a menudo el iniciador de la poesía moderna. Hijo del ex sacerdote Joseph-François Baudelaire y de Caroline Dufayis, nació en París el 9 de abril de 1821. Su padre murió el 10 de febrero de 1827 y su madre se casó al año siguiente con el militar Jacques Aupick; Baudelaire nunca aceptó a su padrastro, y los conflictos familiares se transformaron en una constante de su infancia y adolescencia.

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