Lejanía
¿Pero cómo estás tan lejos?
Esa distancia que nos desune
y no podemos darnos la mano.
No sabes cuánto te quiero,
mi corazón llora ese cariño
que te tengo y tú me tienes.
Ay mi tesoro querido,
ahora apretaría tu cuerpo
todo lo fuerte que pudiera.
Para con ese abrazo
fundiría tu cuerpo
y dejaría con el mío
el alma mía.
Mi amorcito querido
del alma y el corazón,
él que me da calor
a mis manitas heladas.
La mujer que me quiere
esa que tanto me ama
la que me aconseja
y cura mi alma.
Esa luz que me ilumina
cuando pierdo el camino
y da vueltas y giros
sin saber dónde anda.
Montt, otoño, 2023
Romero Salgado Pacha
No hay comentarios:
Publicar un comentario