A unos ojos
Con esa mirada tuya
el mundo parece detenerse
sale el sol de madrugada
y la noche se vuelve clara.
¿Cuántas las veces
que los miraba
y tantas como mis ojos
en ellos se adentraban?
No sé tú que pensarás
pero tus ojos en los míos
como dos tizones negros
se me clavaban.
como dos luceros encendidos
como dos garzos embrujados
con fulgor de enamorados
que a los míos atravesaban.
Eres como esencia exquisita
de mujer pura y enamorada
tantos años unidos esperando
con esos ojos yo soñaba.
Esos días que sin destino
me complacía con tu mirada
me miraba en tus ojos
años luz que yo esperaba.
De mirada agradecida
la ternura en tu boca
la caricia de tus manos
que siempre me regalabas.
.
De ese deseo mío
de loco enamorado
tus ojos me dejaban llevar
cautivos de los míos
que te los robaba.
Ojos profundos
ojos que me embrujaban
ojos que sostenía
cada vez que los miraba.
Ellos se dejaban llevar
cautivos de los tuyos
que con ese destello
el deseo brillaba.
Esos ojos tan risueños
que a mí me hablaban
que siempre mis ojos
el verlos yo deseaba.
Cuando tú me llamabas
mi anhelo volaba
esas citas que se sucedían
y que tan solo con verte
mi deseo se trastocaba.
Era como verme
en una gloria deseada
para sostener en tus ojos
con los míos tú mirada.
Yo en ti, mis ojos
siempre se posaban
sentados juntos uno
al otro muy cerca
para no perder puntada.
Cuando tu algo me decías
de todo lo que se hablaba
solo había una imagen
que en mi retina se centraba.
Esas tardes de placer
saborear tu compañía
solo para ver esos ojos
dulces como el alma.
Escuchaba tu palabra
como sinfonía inacabada
y pasaban los minutos
esos que tu querencia
a mí me robaban.
Es de agradecerte
esos ratos muertos
de esas tardes lánguidas
que solo desearte estaba.
En esas visitas agitadas
que por ver esos ojos
que me enloquecían
cuando yo los miraba.
Con sonrisa en tus ojos
llena de ilusión agradecida
inquieta antes de verme
esperando mi llegada.
Pero nos ilusionamos
perdidos tus ojos con los míos
sin saber que hacer
sin ganas de irnos
con pereza y desgana.
Como dos niños
mirándonos a los ojos
los tuyos inyectados
en los ojos míos
tu boca yo besaba.
Y solo con eso
arrastrando los pies
sin decir nada
nos despedimos
en vernos mañana.
Ojos que sueño
por las madrugadas
ella de porte sutil
y sonrisa en los labios
de color grana.
Como marquesean tus ojos
tan hermosos que al mirarlos
los veo corretear por mis venas
y hacen que tiemble mi alma.
Montt, 1, sept, 2025
Romero Salgado Pacha

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