miércoles, 2 de febrero de 2011

Fiestas de San Blas y de la Candelaria. GARBAYUELA.

4 comentarios:

  1. “Fiestas de San Blas y de la Calendaria, Garbayuela”

    “San Blas, San Blas, San Blas,
    No te duermas, espabila ya
    Que los altramuces de la olla
    Al pozo has dejado bajar”

    Bueno, es más o menos lo que escuché el día cinco de febrero, sábado, estando desayunando en la churrería de “Regino´s” en Siruela, de boca de un señor mayor a la pregunta de un paisano que al entrar le preguntaba, bromeando, “Y San Blas, que pasa con San Blas, ¿cómo han quedado las fiestas de San Blas? No hay que preguntar siquiera que este señor y el que le acompañaba, no fueran de Garbayuela, ¿o no?, habrá que dejar una ventana abierta a la no certeza… Indudablemente que esto era una alusión a las canciones que suelen cantarse en el pueblo vecino y son letras que bien poco las conocemos fuera del entorno de la localidad de Garbayuela… “Mucha era la gente que de aquí, a las fiestas…”, dijimos a aquel hombre. “Tanta era que había más gente en San Blas de Siruela que las que pudiera haber en Garbayuela…” nos respondió él, mientras se llevaba el churro a la boca después de haberlo mojado en la taza…

    “Por San Blas
    La cigüeña verás
    Y si no la vieres
    Año de nieves”
    chas fies

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  2. El origen de dichas fiestas parece ser que procede de los celtas, de índole religioso y es una forma de reflejar, indudablemente, esos momentos gélidos del frío invierno. El día dos los quintos del pueblo arrancan varias encinas secas en el campo y por la noche las llevan a la plaza, en el camino van cantando la misa, después la prenden fuego y se celebra la quema del leño, que se llama, es el inicio de estas populares fiestas de San Blas en Garbayuela y como tal empiezan así la Fiesta de los Palillos.
    Mientras la leña arde y las llamas se alzan en la oscura noche los lugareños lo consideran, esto, como un símbolo de la purificación de sus mujeres. Nadie se mueve mientras se consumen las llamas y cuando estas han perdido la fuerza, los jóvenes danzan alrededor de ella en alegre algarada…
    El día 3, fiesta mayor, fiesta grande, hay procesión en honor de la Virgen de la Calendaria y después exhibición de los palillos con Los Danzarines debidamente ataviados con sus vistosos y ricos trajes de la localidad

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  3. Quien no recuerda, cuando se tiene unos años de más, el Día de San Blas. Des esto hace unos cincuenta años más o menos. Éramos todavía un chaval pero no puede olvidarse, son cosas que se quedan en la sucinta de los recuerdos y que cuando miras atrás, en el tiempo, se agolpan los recuerdos, y como habrá de olvidarse tanto y cuanto tan solo habría salido fuera del pueblo, o más bien de su límite en un par de ocasiones, tan distante en la edad de muy, muy, pequeño.
    La carretera que separa Siruela de la de Garbayuela solía ponerse, digamos que como unos rosarios variopintos desligados de gentes que en pequeños grupos iban apareciendo y desapareciendo por los cerros, algunos distantes… era como un chorrear, a lo largo de ciertas horas de la mañana, íbamos todos tan contentos, tan ilusionados y a pie, de vez en vez se veía algún carro pasar o algún cansino mohíno que le colgaba en el aparejo las alforjas con algo de avituallamiento, el coche era una cosa que no se veía apenas. Generalmente la caravana venía a componerla mujeres y jovenzuelos, los varones brillaban por su ausencia, pues no podían faltar a sus obligaciones, quehaceres pastoriles y agrícolas.
    Recordamos esa pequeña anécdota, que abundan, como no, en la vida. Cruzábamos en ese momento el río Guadalemar, ya muy cerca de Garbayuela, entonces los puentes eran muy estrechos, tal que apenas si podía pasar un coche (prueba de ello se encuentra el que hoy cruza el río Siruela, en la misma carretera, que se tienen que ceder el paso dos coches que se crucen) Con esto aparece el taxi de el Mantero en dirección a Garbayuela que llevaba a las fiestas a un cliente. Mira por donde se trata de apartar a un lado al burro que en ese momento cruzaba también el puente. El asno era un capón muy obstinaba en apartarse de la carretera, al dueño del taxi se le subía la bilirrubina a la sangre y ya no sabía qué hacer, solo faltaba que se tuviera que volver para Siruela por un penco, así que salió del coche montando en cólera… por fin se pudo, entre muchos, empujarle a un lado de la carretera, ocurría que estaba verdaderamente muy asustado, ¿Cuántas veces habría visto el pobre animal algún coche…? Y cuando el vehículo rebasaba el obstáculo, el burro espantado, pegó una recula lanzando las coces al aire con lo cual vino a parar rozando al coche a la altura del parachoques, el Mantero, vociferando, hizo amago de apearse de nuevo, pero al ver a la gente crispada y a los chicos armarse con piedras del camino, aceleró el coche tipo americano, mientras las piedras sobrevolaban sobre el…

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  4. He aquí algunas coplas y costumbres sobre los pueblos cercanos a Garbayuela:
    “Virgen de la Calendaria,
    La del cabello dorado,
    Que lindas sales a misa
    Con esa vela en la mano “

    En Fuenlabrada de los Montes la Madrina durante la procesión sujeta una vela que destaca sobre las demás, es escoltada por la que le precedió en el cargo y por la que será su sustituta. Durante el ofertorio de la misa el sacerdote hará entrega de otra hermosa candela, mientras un cura interpreta “El Cantar de la Madrina”…
    Era común en la comarca de Los Montes…
    “Una vela y una rosca
    Que la Madrina ofreció
    Se usaba en aquéllos tiempos
    Dar por ofrenda al Señor”
    ……………..)

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