En el pueblo extremeño de Siruela, Badajoz
hay varios parajes con cierto encanto
que merecen una visita detallada y detenida.
Uno de ellos es el
"Molino de Matorrales".
Foto: Alonso. (Abril 2015) |
Foto: Alonso. (Abril, 2015) |
Miembros de la expedición tomándose un respiro. Foto: Alonso. (Abril, 2015) |
Foto: Alonso (Abril, 2015) |
Esta edificación, en lo que se refiere a su restauración, viene fechada del año 1936, obra de Dionisio Arévalo, así lo refleja una inscripción que aparece en la fachada del mismo. Aún puede, con cierta dificultad, descifrarse esta anotación que aparece en la parte, algo deteriorada, de la pared, en su orientación nordeste...
Foto: Alonso. (Abril, 2015) |
Inscripción. Foto: Alonso. (Abril, 2015) |
Foto: Alonso (Abril, 2015) |
A pesar del tiempo y de cierto abandono, esta edificación se mantiene casi intacta, excepto algunas naves anejas que se encuentran desvencijadas y ruinosas.
Foto: Angel González Trenado. (Abril, 2015.) |
El agua provenía encauzada desde una charca, al efecto, que se encuentra unos metros más arriba en el arroyo de La Lisea, y que hoy día puede comprobarse con claridad por donde discurría.
La pequeña balsa que suministraba el agua al molino. Foto: Alonso. (Abril, 2015) |
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