Dicha de mí dicha
Amor de mis sueños,
dicha de mi dicha,
dueña de mi corazón
y de mí alma entera.
Yo te entrego este amor
donde tú estuvieras,
no es para menos,
dejarlos escapar
yo no quisiera.
Todos los sentimientos
que nacen en tú pecho
los envías para que yo
me los retenga.
Mi niña querida,
cuantos son los sueños
que se agolpan en mí
en esta vida de dicha
que diosito nos entrega.
Cuantos cielos que caen
cada día que ilumina
que como luz divina
rondan mí cabeza.
Dulzura de mí vida
hace que me sublime
más allá del firmamento
y de lo que se sueña.
Mont. junio, 2024
Romerito
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