La esperanza
Llegaste a mí
y tocaste mi corazón
con la suavidad
de una pluma.
La caricia de tus manos
el abrazar de tu cuerpo,
lo amoroso de tus ojos
y la pasión de tus besos.
Fuiste como ave pasajera
que atraviesa el espacio
y después de tanto volar
entraste en mi corazón
y en mi memoria.
Me contaste de la vida
y de las cosas
y yo te observaba
todo tan ignorado,
de esa amistad profunda.
que había quedado.
Fueron recuerdos vivos
cuantas historias vividas
mantenidas en el recuerdo
que llevas dentro de ellos.
Tu vida llena de historias
que recorrieron un día
y días por tu ágil acervo
de momentos florecidos.
Muchas historias quedaron
ahora cuando hablas te salen
muchos recuerdos de ellos.
Así fueron soñadas y soñadas
e imaginadas en los recuerdos.
Es el perfil de cada uno
de los que queremos
con un cariño entrañable
con ese afecto de sinceridad
cuando hablan con alegría.
Con la que nos decimos
las palabras que nos salen
con la misma sencillez
sin guardar secretos
Y cuando este existe
ahí queda enterrado
y no sale una palabra
cuando sin decir nada,
sabemos lo que queremos.
Son personas que se cuelan
en lo hondo de nuestras vidas
se adentran en el cuerpo
y llegan a tu alma
como algo nuevo.
Romero Salgado Pacha

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