María Cristina Vilanova Castro:
(Dama salvadoreña)
Nació en San Salvador, El Salvador, el 17 de abril de 1915.
Falleció en San José, Costa Rica, el 5 de enero de 2009.
Fue la primera dama de Guatemala durante los periodos (1944-1945) y (1951-1954), fue esposa del presidente guatemalteco coronel Jacobo Árbenz Guzmán.
Algunas referencias sobre su vida en 1949:
Árbenz, el esposo de María Cristina, fue nombrado Ministro de la Defensa durante el gobierno de Arévalo y consolidó su liderazgo en el ejército tras tomar el control de la situación tras el asesinato del coronel Francisco Javier Arana en 1949, luego de que Arévalo y él mismo intentaran enviar al coronel Arana al exilio a Cuba por haber presentado un ultimátum al presidente Arévalo exigiéndole que cambiara su gabinete.22 Según María Vilanova, cuando ella y su familia vivían aún en Villa Sofía, escucharon rumores de un golpe de estado que derrocaría a Juan José Arévalo, liderado por Francisco Javier Arana —Jefe de las Fuerzas Armadas—; situación que abrumó profundamente a Jacobo Árbenz, que era leal al presidente Arévalo.
Según el libro autobiográfico Mi esposo, el presidente Árbenz, durante los primeros días de julio de 1949, Francisco Javier Arana llegó a la casa de Jacobo Árbenz, y fue atendido por María Vilanova; Arana indicó que necesitaba hablar con Árbenz, Vilanova le respondió a Arana que Árbenz no se encontraba, entonces el mayor pidió hablar con ella. Entonces, Vilanova entabló conversación con Arana. María Vilanova describe que, el mayor Arana era muy amable y educado, y siempre se llevaron «superficialmente» bien, pero que Arana era muy «ambicioso».
El mayor le regaló una polverita de porcelana, que este había traído de un viaje. Vilanova agradeció el presente; y el mayor dijo que iba a retirar. Vilanova afirma en sus memorias, que ella comenzó a cuestionar a Arana sobre la situación tensa existente en Guatemala, y que si él sabía de que habría un futuro golpe militar que derrocaría a Arévalo; el mayor le repuso que era cierto y que sospechaban que Arévalo era comunista. Vilanova contestó «Pero, mi coronel, si usted conoce quiénes son esos descontentos, usted tiene facultad para desactivarlos», a lo que Arana respondió «María, yo puedo decirle una cosa: si no los acompaño en el movimiento, van a hacerlo sin mí y pasarían sobre mi cadáver»; dicho esto, Arana se marchó de la casa, y María Vilanova le comunicó por teléfono a Jacobo Árbenz de que se había enterado del futuro golpe de estado.23
En la tensión del inminente golpe de estado, Árbenz le ordenó a María Vilanova; que ella y sus hijos se fueran de su casa en Villa Sofía a la casa de una amiga, pues habían sufrido amenazas. El 18 de julio de 1949, sonó el teléfono en la casa de la amiga de Vilanova, y le informaron a María que Arana había muerto. Vilanova se preocupó mucho y decidió regresar a su casa en Villa Sofía; según ella fue muy cautelosa para que los militares no llegaran a verla. Los días siguientes, Árbenz detuvo 36 intentos de golpe de estado, según Vilanova de Árbenz; la guardia de Honor llamó a Jacobo Árbenz y le dijo: «El gobierno de Arévalo debe rendirse, de lo contrario llegaremos a atacar el palacio con tanques», Árbenz con una voz desmesurada respondió «Véngase, aquí lo esperamos».
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