Bonita estampa, rodeados de agua fresca para saciar la sed. Un día de finales de primavera en Guijo de Santa Bárbara. como si fuera un poema, que buenamente habría salido de José Iglesias Benítez, Soñolientos y absortos unos y contemplativos otros.
Cada cual abstraído en sus pensamientos, mientras Pepe parece grabar en su memoria esa sucinta de poesía que riega sus venas, entre sorbo y sorbo, de agua acariciadora y cristalina.
Guijo de Santa Bárbara, 20 de mayo de 2000.
(Foto: Agustín Espinosa)
(BE-1429)
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