Otoño XXIV
La llama que ilumina
Cuanto me duele
sentirte en mí pecho
solo te necesito
que me des aliento
acurrucado
entre tus senos.
Mi niña querida
si yo a ti te quiero
si tu a mí también
dos pasiones de amor
por quererse tanto.
Pero prefiero seguir
queriendo y sufriendo
ciegamente de pena
y de llanto.
Por quererte tanto
de no verte cerca
con estos quebrantos.
Si eso no fuera así,
la llama que ilumina
se abría extinguido
y no existiría nada
solo silencio y llanto.
Montearagón, octubre, 2023
Romero Salgado Pacha
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