La estampa más sobresaliente de Campo de Criptana son sus molinos de viento, icono de Castilla-La Mancha en España y, en muchas ocasiones, de España en el mundo. Aseguran los entendidos en el universo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, que los molinos de viento de Campo de Criptana fueron la fuente de inspiración para Miguel de Cervantes a la hora de escribir el célebre capítulo VIII de su genial obra.
En total hay 10 molinos, de los cuales actualmente son visitables el Molino Infante, el Burleta, el Culebro, que alberga el Museo de Sara Montiel, el Quimera, que acoge el Museo sobre la Semana Santa de la localidad y el Molino Poyatos, actual punto de información turística. El resto están cerrados al público.Entre todos ellos, destacan los tres únicos molinos de la Península Ibérica que conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI (Infanto, Burleta y Sardinero), aptos para moler el cereal como se hacía siglos atrás, gracias al ingenio del hombre y a la fuerza del viento.
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