Guadalajara, capital de la Alcarria y lugar de encuentro de culturas, estilos y tiempos; aúna la comodidad de lo funcional y moderno con las raíces históricas que pueblan sus calles y su origen.
Su posición geográfica y estratégica, en el cauce medio del Henares, una elevación flanqueada por barrancos, la hizo lugar de asentamiento humano desde la prehistoria, como demuestran yacimientos arqueológicos como el de Aguas Vivas.
Pero son las culturas posteriores las que jalonan su espacio repleto de muestras de historia y tradición. La huella árabe se deja ver en innumerables rincones. El puente sobre el Henares, de estilo califal cordobés, sirve de acceso a la muestra que sigue poblando la ciudad, como el Alcázar que toma al río de espejo y que luego fue maquillado por culturas posteriores. La seña de los judíos se hizo notar en sus sinagogas y el Castillo de los Judíos. Los mudéjares sellaron su impronta entre el Alcázar y el río, participando como maestros de obras y artesanos en numerosas obras.Ya la cultura cristiana y la historia que asciende por sus calles, muros, edificios y fachadas desde la Reconquista, pueblan de espacios nuevos o modifican los anteriores y dan a la ciudad su semblante histórico actual.
Cdad. Castilla la Mancha
16c16 cms.
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