Autor:
Pablo García Jiménez
José Iglesias Benítez: Revelaciones.
Institución Cultural «El Brocense»
Cáceres, 2007
Revista "Alcántara", 69
Pagina, 156
(...anterior)
Carne en ebullición y espíritu elevándose. ¿Qué puente ha de unir tales disparidades sino la música? El jazz, cuya patria y residencia literaria pudiera ser el cine en blanco y negro, es improvisación y virtuosismo a partir de células rítmicas reiterativas introducidas por la percusión. El jazz se aviene de mala gana a la partitura escrita y estructurada, del mismo modo que rechaza el orden severo de la sala de conciertos y la disciplina de una batuta directora. El jazz no es interpretado por orquestas sino por bandas. Y su carácter libre y escasamente especulativo permite su vuelo feliz en un solo instrumento solista, lo que sin duda le asocia a la música representada por las partitas de Bach.
Un solitario ha escuchado el saxo del negro en un café a altas horas de la noche, en un ambiente irrespirable de humo y soledades no buscadas. Ha apurado su ginebra y ha mirado al músico antes de dejar en la húmeda barra un billete de 20 euros. Ha entornado los párpados para atrapar la música y no pensar. Luego ha buscado la calle para diluirse en la noche y, tal vez, llorar sin testigo. La música le ha acompañado hasta la que él cree su casa y se ha tendido junto a él en la cama que él cree suya. El poeta se ha sentido alter ego del solitario –el poeta siempre, siempre es un alter ego– y ha puesto letra y música a esta historia.
He tomado como ejemplo estos dos espléndidos poemas pero el libro entero rezuma parecida intensidad (léase, por ejemplo, Hasna, donde parece haber escudriñado el grado de compasión de cada palabra antes de utilizarla). Los ángeles urbanos han sido largamente verbalizados y sin duda lo seguirán siendo en el futuro. Son muy materia poética. La ciudad es el paraíso laico donde hallan asilo los ángeles caídos tras haber apostatado del fraude de las estaciones y escupido la impostura de las tradiciones sagradas. José Iglesias Benítez, que llegó a Madrid un ya lejano día desde la alta luz de Tierra de Barros, lo sabe bien porque él mismo es uno de esos ángeles. Y llena la honda noche urbana y nuestras soledades de puro resplandor con la plenitud de su poesía. Revelaciones es poesía de rango superior. Para su autor, un libro decisivo y referente; para el lector, un libro a frecuentar.
Y ahora, más como amigo que como glosador, permíteme, querido José Iglesias, decirte aquí las palabras que te escribí hará cerca de dos años a las que di forma de soneto. Como quise que fuera un soneto singular, convertí los endecasílabos en dodecasílabos y la exquisita forma petrarquiana con la que Garcilaso nos llevó al paraíso en la no menos exquisita y expresiva fórmula del Cisne de Avon. Va por ti y para ti.
(sigue...)
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