LA POLLA EN VERSO
Escritores que son la polla
Poesía erótica
de José Iglesias Benítez -
(3ª Parte)
«Siempre me ha gustado la poesía erótica. Precisamente tengo inconcluso un poemario cuyos 'misterios gozosos' eran: 'Un culo', 'la teta', 'un huevo', 'el cipote' y 'el clítoris'»
d.b / g.p
MADRID.
El erotismo y la sensualidad poética no podía faltar en esta cita con un poeta de la talla de Pepe, que escribe en «Revelaciones» los versos: «Aquí está Justiniano, / el patricio casado con la puta / [...] Justiniano apura su cáliz más amargo, / el último daikiri, / los efluvios del bourbon, / la luz del ron de caña / y con desgana toca los pechos perfumados / de una muñeca impúber y lasciva».
La Historia dice que no es fácil hacer poesía erótica, pero se acopla bien en su estilo....
Últimamente está muy de moda el intentar que el canto erótico sea lo más... Que la desolación sea el sentimiento dominante... Y en «Revelaciones» hay un cierto erotismo y una cierta desolación. Pero no. No se trata de eso. Un libro no es más que lo que es... un testimonio.
La poesía erótica no es más que la poesía de amor... y te aseguro que es difícil encontrar versos míos alejados de la poesía erótica. En casi todos mis poemarios hay algún verso erótico..., en el sentido carnal del erotismo, aunque no obstante, claro, es un erotismo suave, poco explícito: «Hacia tu vientre subo, porque del vientre vengo / trayendo sobre el hombro la pena de una raza». «Revolviendo las uvas de tus dorados pechos / yo inventaba un otoño que nuevamente ardía. / Tú incendiabas mi cuerpo, sembrando las cerezas / de tu boca de agosto...» (Cuando el amor me llama) «Y la mujer recibirá en su vientre / una explosión de amor contra la historia» «En lágrimas me vierto en tu cintura...» (En esta lenta soledad del día) «...la costumbre / del beso a vida llena, de las manos / que aprendieron a darse en las caricias» (Clamor de la memoria) «...Recuerdo aquella leve / sinrazón de su blusa; aquel quedarme / prendido de su peso y adentrarme / por el volcán herido de su nieve...» (Retablo de amor profano y otros sonetos) «Un alacrán de fiebre por mis venas / muge su torva furia, enloquecido, / y deja entre tus muslos su esperanza, / su sed de sombra, hundida en las agrestes / espesuras que rizan las riberas / del brocal de tu pozo insobornable». (Ritual de la inocencia).
Con esas muestras, basta. Sí, siempre me ha gustado la poesía erótica. Precisamente hace años empecé a escribir (sigue inconcluso) un poemario que iba a titularse «Rosario de sonetos eróticos» cuyos «misterios gozosos» eran: «Un culo», «la teta», «un huevo», «el cipote» y «el clítoris». Pero no eran más que divertimentos... algún día lo terminaré.
Espero no alcanzar la madurez nunca. Vamos, si es que por madurez se entiende haber alcanzado la plenitud, la perfección. No. He escrito en cada momento la poesía que me apetecía. No me importan, ni me impongo, metas. No trato de ser original, ni creativo, ni duradero, ni ejemplo de nadie... ni nada de todo eso. Sólo escribo. Como me gusta en cada momento. Siempre he preferido la lectura pública, el contacto directo con el público, a la edición...
Alguien me puede objetar que la publicación permanece y lo otro se borra... está bien, pero es que a mi me da igual la permanencia. Me la sudan las modas. Escribo desde siempre, desde muy niño. Siempre me gustó mucho leer y en mi niñez de pueblo, en mi Villalba de los Barros, yo jugaba a inventarme cuentos y poemas que mi madre guardaba amorosamente. ¿Indica esto que el poeta nace? No necesariamente. Se nace con cierta inquietud, con la necesidad de expresarse, pero luego hay que cultivar esas inquietudes. Hay que leer, intentar aprender, escribir, romper, sufrir... sentirse siempre insatisfecho. El poeta nace y se hace. No son incompatibles.
¿Y qué busca con la escritura?
Supongo que cada uno buscará lo suyo: premios, gloria, pervivencia... Yo sólo busco decir que escribo como nadie lo hace, como a mí me gusta... ni mejor ni peor... de forma distinta... como nadie. Sólo eso. Yo no puedo entender mi vida sin la poesía. Vivo, vivimos, como nos dejan. Nos levantamos, curramos, volvemos al pesebre... y escribimos lo que vemos, lo que nos gusta o lo que no nos gusta, lo que soñamos, lo que imaginamos, lo que es, lo que fue, lo que pudiera haber sido, si todo hubiera sido de otra forma... pero, igual que la vida que llevamos la elegimos cada uno de nosotros, la literatura que hacemos, también. Y debemos y podemos cambiarla, como podemos cambiar el rumbo de nuestra vida cuando queremos.
¿Los versos que están por llegar en los próximos años pueden tender más a «Revelaciones», es decir, va a marcar esta obra un antes y un después en su carrera?
No lo sé. Seguramente trataré de hacer otra vez algo distinto, algo nuevo para mí. Es posible que sea algo de viajes... no sé todavía si de viajes geográficos, de geografías reales, o de geografías interiores, viajes a mundos internos o imaginarios... o a lo mejor una mezcla de los dos.
Te leeremos. Gracias por todo, poeta...
Publicado por d.b
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