Las Cuatro Estaciones:
Verano (II)
Con el recuerdo de se día en el río Ibor
y tantas y tantas horas compartidas.
(A Pepe Iglesias Benítez, siempre en el recuerdo)
Volver al río Ibor
Ese vino que duerme eterno en la botella
esperando deshacerse del río que le susurra.
Esperará eternamente el sueño del tiempo,
a que un día encontremos volver de vuelta.
Ese río que no dice nada ni siquiera al oído
cuando te das la vuelta el sigue su cauce,
limpio, cristalino, silencioso en su discurrir
Da gusto al que escucha y al que espera.
Al que espera esa palabra de una botella.
Son signos de la vida que señalan fecha.
Algún día podremos ir, cuando estéis aquí,
a por treinta y cinco años, lo que cuesta.
Está frasquito, esperando vaya por ella,
esa botella de vino añejo, a sabor de río.
Dulce invierno que espera la primavera.
y seguirá durmiendo su siesta de ayer.
Hacer otro viaje como ese es la ilusión,
que sueña esa niña que se llama Violeta
¡Que nombre más hermoso le pusieron
de ilusiones, de sus hermosas querencias!
Ahora no. La edad está caduca, y esperan
los años de entonces que, tal vez, regresen
y de todos allí presentes vuelvan a ver.
Y sintiendo como alguno no regresa.
Pepe, ¿Dónde te fuiste? que no estás.
Te marchaste en silencio por esos caminos
y nosotros apenas sin darnos cuenta.
Volveremos a ese río para recordarte.
... y en el recuerdo volver
y reencontrarnos de nuevo ...
Calvario, 1 de julio de 2021.
Romero Salgado Pacha.
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