Las Cuatro Estaciones:
(Invierno LXV)
Poemas dedicados:
El silencio (II) (Poema)
VIII
Precioso, mi vida,
qué bonito que es el silencio
quisiera darte un abrazo
pero decírtelo no puedo.
Es un deseo desenfrenado
el que yo ahora siento
tenerte, acariciarte, mirarte,
sólo eso, pero en silencio.
Deseo tenerte en mis brazos,
acariciar tu suave pelo
y en silencio besarte en los labios.
Te quiero mi bien, te amo mi sol.
En silencio estar contigo quiero
cogiditos de la mano
y sin ningún pudor.
Y hacer que surjan las rosas
en tu carita de sol.
IX
Esos silencios calurosos
que me den todo su amor
que yo quiero, tú tienes
y necesito yo.
Que te sientas en el paraíso
silenciosamente donde te entregue,
donde te cuide, donde te adore
con palabras dulces al oído.
Qué te hagan soñar de lindas cosas
aunque solo fuesen de ilusión
y en silencio me guiarás
por todos y cada uno de tus rincones.
Y en silencio te iré besando
sin tener reparos de nada
ni de nadie guardarnos
y en cada rincón del paraíso
un beso darnos.
X
Dos o tres, o todos los que,
en silencio,
o todos los que nos apetezca,
sin tener ni estar cohibidos
que nos hagan retener nuestros deseos.
Sería estupendo estar a tu lado,
de mirarnos en silencio y no decir nada
solo míranos a los ojos
y con una sonrisa comprendernos.
Será retener la mirada dentro de mi ser
el corazón se me acelera,
me emociono y se me asoman
lágrimas de dolor a mis ojos.
Y el silencio se hará eterno,
será como una tumba
de campo abierto
que se adentra muy adentro.
XI
Es todo lo que yo siento,
no quiero vanaglorias
ni otras abundancias
sólo quiero lo pequeño.
Las pequeñas cosas que suceden
en estado puro, en silencio,
cosas que yo pueda coger
al tacto de mis dedos.
Tocar, besar y sentir en silencio,
soñar con lo que nunca tuve
dormirme como un niño,
sólo quiero, vivir todo eso.
Quisiera, pero no puedo
mucho amor, mucho silencio
Si tu pudieras ¿Tú me darías eso?
¡Sí!, Todo eso y en silencio.
XII
Ese silencio precioso que se tiene
cuando sabes que posees todo,
todo eso que deseas
que aprecias y disfrutas con ilusión.
Es lo que sé mi tesoro, mi vida,
es lo que me anhela, es lo que adoro
esas bondades por ese amor
por ese cariño que yo encontré.
Tocarnos y mirarnos en silencio
y entrelazar nuestras manos,
abrazarnos, sentir el calor del otro,
simplemente eso.
Acariciarnos tiernamente
y en silencio a los ojos mirarnos
como dos almas gemelas
que en el camino se han encontrado.
XIII
y pensando y pensando siempre creí
que eso fuera un mito irreal
pero el tiempo lo ha traído
con el viento y en silencio te vi.
Es como esa alma gemela
que reparte tanto querer
a quien no lo ha esperado,
dicha de mí el haberte encontrado.
Estás rara, mi niña, estás rara
yo no sé que regalarte mi vida
un besito en la frente
y otro en la cara.
Otro en los labios, si tú me dejaras,
otro en los senos si tu quisieras
y cosquillas no te haga.
Si tú me dejaras,
¡Ay!, si tú me dejaras.
XIV
Yo te daría todas las estrellas
que hay en el firmamento
y escogieras los colores que
te dieran la gana.
Te cogería de la manita y al río
yo te llevara
si yo pudiera a través del cristal
del silencio verte la cara.
Ese silencio que cuando llega
cada día, cada mañana,
que ha llegado con mucho amor
con muchas ganas.
Ese silencio que entra por los ojos,
ese silencio que queda en las entrañas.
ese silencio que besa tu boca
y qué con la mía
y la tuya se apaga.
XV
Ese silencio que con el grito no se oye
y se apaga cuando truena.
Pobre del silencio que no dice nada,
pobre, pobre, pobre del silencio.
¿Por qué el silencio se calla,
y la angustia estalla cuando
tu no me dices nada, nada, nada?
Sólo adiós y nada más.
¿Dónde estás que no te veo,
dónde tan callada?
Sólo y triste está el silencio
por qué tú te marchas.
Se ha matado el silencio,
todo lo que ofrece esa serenidad,
amor, compañía y me abraza,
ahora existe la soledad y la nostalgia.
Paseo de la Piscina, 20 de febrero de 2022.
Romero Salgado Pacha.
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