Y cuando salgas a la terraza
y tomes algo, acuérdate
que yo te estaré esperando.
Y espérame cando yo pueda ir
para contigo juntos sentarnos.
Ven corriendo, ¡Ven!
que yo te espero con los brazos
y con el corazón abiertos,
para besar tus dulces labios
de miel y caramelo.
¡Sí! ¡Corre!, ¡Corre!
que el te empuje al yo soplar
que te llegue el viento.
¡Ven!, mi vida ¡Ven corriendo!
que te estoy esperando
y por tu alma yo estoy hambriento.
¡Ven! ¡Ven! y ¡Ven!
que sufro de tanto esperarte
de lo mucho que sufro por ti
de lo mucho que yo te quiero.
Aquí estoy que no se donde
poner las cosas, los trastos
ni los libros donde colocarlos.
¡Ven! a echarme una mano.
Todos se pelean por estar juntos.
Luego otros tienen envidia
unos de estar allí con los otros
así es que no sé qué hacer con ellos
sí darles un azote o reprenderlos.
¿Qué he de hacer, mi bien?
Los puentes de Madison, 8 de febrero de 2022
Romero Salgado Pacha.
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