La viticultura en Extremadura se remonta a sus primitivos habitantes, los pueblos celtas y lusitanos, pero fue la civilización romana la que, prácticamente, la hizo nacer y prosperar en su ámbito general.
Los vestigios arqueológicos más antiguos relacionados con el vino de la región son la Kylis de Medellín, fechada hacía el 550 a. C. que presupone el uso del vino en los banquetes funerarios.
El Monasterio de Guadalupe fue un modelo de rigurosidad en la obtención de sus vinos. En documentos encontrados en el Monasterio se relatan todos los utensilios utilizados, en la vendimia primero, y en la bodega después.
La expansión del viñedo extremeño es relativamente importante desde el principio de siglo XVII, proceso favorecido por el aumento de la demanda y, consiguientemente, del precio del vino.
Badajoz, s/f.
Ed. Diputación Provincial
18 páginas
Ilustraciones en color.
Rústica
20x20 cms.
(bbe-243)
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