De suave piel
Estoy tocándote
con mis dedos,
y recorro tu brazo
como dulce miel.
Siento hormigueo
recorrer mis venas
ese ardor candente
salido de tu cuerpo
y entra en mi piel.
Y una sensación
de bien en mi cuerpo,
en estado de lucidez
que me embarga
los sentidos.
Quisiera tocar
tu mano y tu brazo
y recorrer con ella
por tu suave piel
y sentir la ternura
reflejada en él.
Morirme después
entre tus brazos
donde ardoroso
mi cuerpo abrasa.
Sentirte en mis ojos
que están llorando,
al recordar aquel día
que robaste algo de mí
y sigue ahí guardado.
Calvario, 2, nov. 2024
Romero Salgado Pacha
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