Palabras dormidas
A veces se necesita
ese estado apremiante
del deseo que se hace
sí faltan sentimientos.
Más la comunicación
y el amor que llevamos
grita y clama dentro.
Por lo tanto, flota
en el ambiente
esa angustia de no
decirnos nada.
Como me dices
muchas veces tú
y con pasividad
yo no sé nada.
No importa porque
nuestro amor está ahí
siempre latente
en una vida eterna.
Aunque no nos veamos
ni nos digamos nada,
nunca se olvida ese amor
que sentimos en el alma.
Unas frases de cariño
que se van con la brisa
y unos sueños dorados
refrescan la mañana.
Hoy las palabras
tuyas y mías
se quedaron dormidas
en la almohada.
Hoy como otros días
por mucho que queramos
las circunstancias hacen
que se queden huérfanas.
Calvario, 10, dic. 2024
Romero Salgado Pacha
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