Del libro:
de Federico Guerrero
Madrid, 2006
Ed. Beturia
Páginas, 219, 220 y 221.
Autor:
Federico Guerrero
José Iglesias, a propósito de su libro 'Ritual de la inocencia" (Parte IV)
(...viene de la parte III)
La belleza -con mayúscula- la concibe como la esencia por la forma, por la forma ética y estética, y esa forma -también -también con mayúscula- es la huella que en los sentimientos y las cosas ha dejado el ritmo creador. Ya lo dijo Shakespeare, en ese hiperbolismo y misticismo que lo caracterizaba: "El poeta es un espía de Dios" José Iglesias Benítez también es un impenitente escuchador de sensaciones terrenales y un privilegiado vividor de sueños, que luego transmite, poniendo su más íntimo yo a uno y otro lado de palabras como amor, tierra, dolor...Con términos que tanto se complementas como se oponen a ambas cosas a la vez, encaja paridad y sentir en conceptos líricos aparentemente dispares, como armoniosas contradicciones, desiguales coincidencias o asociaciones emocionales inesperadas. En todo caso sueña la vida o vive el sueño, y es su vocablo el que embellece la realidad, y su sensibilidad la que cosifica la belleza. Casi siempre se suele hablar de poeta vocacional, aunque yo creo que en este caso más que vocación, que desde luego, lo es por necesidad. Infatigable necesidad de la búsqueda de su propio yo, generosa dádiva que nos ofrece, facilitando que encontremos el nuestro.
Hay una cabal interdependencia. Si el yo de su poesía reside en el hombre y en su vivencia emocional, son éstas las que se alojan en su yo. Cuántas veces podemos percibir, sobre todo cuando se autorrecita, que el poeta está ahí, ahí dentro, en su poesía; que en ella sufre, ama, se transforma: que en ella vive. Poeta residente y poeta residido.
Tiene, el poeta y amigo y amigo José Iglesias, y me apoyo en lo de amigo para decirlo, tiene un gran defecto, sí, nadie es perfecto, sólo escribe poesía. Me diréis los que le conocéis, pues no, también escribe relatos, artículos, ensayos, pregones, prólogos, etc. Cierto; y además de forma magistral, pero también poesía son. Bendito defecto pocos privilegiados lo poseen. Pero mucho más: Los poetas verdaderamente sentidos, como Pepe Iglesias, no escriben sobre un simple papel, sino que a través, lo hacen en lo más íntimo de cada uno de nosotros, con versos que calan como esa lluvia fina y fresca, que en pleno estiaje nos gustaría que nos ahondara en el cuerpo. El otro día me comentaba Pepe que una de sus mayores satisfacciones sería que con el tiempo su poesía no llegara a pertenecerle, que fuera de la gente. Pues sí, Pepe, la buena poesía, como la tuya, termina siendo como las cartas, que no son de quienes las escriben, sino de quienes las reciben. Yo tengo muchos de tus poemas, regalos al corazón, que los considero míos, como si fuesen muchas cartas que tu me has enviado.
(sigue... en parte V)
(BE-2085d)
No hay comentarios:
Publicar un comentario