Bibliografía de José Iglesias Benítez: "José Iglesias, a propósito de su libro 'Ritual de la inocencia" (V) - Artículo)

   Del libro:

"Las palabras que respiro"

de Federico Guerrero

Madrid, 2006

Ed. Beturia

Páginas,  221 y 222.

 Autor:

Federico Guerrero

José Iglesias, a propósito de su libro "Ritual de la inocencia" (Parte V)

(... viene de la parte IV)

"Ritual de la inocencia", su último libro, es un gran salto adelante en el escribir del autor. Si midiésemos el tiempo por libros, éste debería haber tardada varios libros en salir. Más sorprendente aún esta progresión, si consideramos el actual parte de otro salto anterior que fue "Clamor de la  memoria". "Clamor de la  memoria", aquel de la, aunque fabulada, hermosísima gesta de "Trajano visita Augusta Emérita"; aquel donde anegado también el corazón de el poeta, apenas puede versificar la descripción de la muñeca de una niña abandonada entre el barro de la riada de Badajoz; aquel de "Ausencia", con algunos versos que han creado jurisprudencia verbal en el sentir de la tierra materna.

"Ritual de la inocencia" constituye una intensificación de la pasión poética de los anteriores libros de autor. En parte yo lo veo como un libro gozne, en que con la misma preocupación da un golpe de timón. no es una continuación de su obra, o sí. Es decir, el poeta es el mismo. Están sus genes. Late aún en él incluso la semilla de aquellos sus poemas umbrales de "Cuando el amor me llama", pero desde entonces el camino ha sido largo, las vivencias amplias, y vasta y enriquecedora la maestría en el levantamiento de actas de cuanto iba sucediendo.

"Ritual de la inocencia". El título ya es el primer acierto. El libro cuenta, pero más canta. Canta a la inocencia; a la Inocencia con mayúscula; a la inocencia no sólo ayuna en el amor; , sino también a la que debe entender de dolor. de la memoria, del olvido... por ende también de la soledad y de la muerte. Se nace, se desea, se ama, se goza y se sufre todo lo largo y ancho de la palabra amor. Consigue, a mi manera de ver, que esa inocencia transite todas esa circunstancia, robusteciéndolas, es decir no macula esa inocencia, sino que la sublima.

Más tiene que ver la inocencia con la acción -placentera o dolora- que no culpa, que con la pasiva que prejuzga o atemoriza.

(sigue...parte VI)

(BE-2085e)