Las Cuatro Estaciones:
(Otoño XLIII)
Poemas dedicados:
(A quien corresponda)
Con mucho cariño.
Para esa adorable musa
que tanto adoro y quiero.
(A Violeta)
Te busco y no te encuentro (Poema)
(I)
I
La memoria se enternece
cuando pasamos por los puentes
y hacía el Manantial enfilamos
buscando nuestro nostálgico arroyuelo.
Siempre los recuerdos en flor
que siguen como el Manantial
de una recóndita y escondida fuente
tras Madison que esperándonos está.
Suspiros que nos trae el viento
con su agradecido frescor de la mañana.
El otoño poco a poco se va apagando
lo vemos asomados a nuestra ventana.
Y se va lentamente como un aleteo
llover no llueve, pero el sol de mediodía
con su fulgor a dentelladas
resistiendo el verano que tenemos.
II
Triste está el camino y solitario
florecen panecillos caminando
con la sequedad y el ardiente
deseo que suspira el campo.
Y me llegan de nuevo tus recuerdos
sin tan siquiera pensarlos
es el camino que lo abre,
es la siempre nostalgia viva
de lo soñado y lo no soñado.
Es el destino que va y vuelve
del futuro, del presente y del pasado
que constantemente nos recuerda.
Y es también el tiempo que no se detiene
para que yo pueda atraparlo.
Y es también como ilusiones vanas
que se renuevan en mi cuerpo
III
que vienen y van sin yo saberlo
que poco a poco se van apagando
pero tu figura juvenil se agranda
en la retina de mi memoria.
Y tú viva imagen me aparece
entre la neblina de mis ojos muertos
callada y silenciosa, ausente,
que aparece querer estar a mi lado.
Vuelvo a ver esas blancas florecillas
que aparecen en las primeras lluvias
cuando el otoño comienza
que les llaman los panecillos.
Los recuerdos de niño me asoman
cuando preguntaba al verlos.
Hablo a solas conmigo mismo
y con el correr del tiempo.
IV
El tiempo que nos acompaña,
los dos solos, mustios y desolados.
pero a veces veo que el tiempo
se nos escapa entre los dedos.
Y no digo nada, estoy callado
solo me quedo con tus recuerdos,
con esa viva imagen enmarcada
en mi memoria desde hace tiempo.
Y asoma en mis ojos una llovizna
de estos principios de otoño.
y siento mi corazón como clavado,
que con mucha pena sigue sufriendo.
Me detengo en el camino para mirar
tan solo un momento y escuchar
cómo me palpita el corazón al notar
que eres tú la que hablas en silencio.
Los Puentes de Madison, 26 de octubre de 2021
Romero Salgado Pacha
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