"Escritores extremeños en los cementerios de España" (Biografías)
(Tomo II)
Autor: Ricardo Hernández Megías
Madrid, 2004.
Ed, Beturia
Páginas, 283 y 284.
"Palabras para un final" (Epílogo)
Autor: José Iglesias Benítez
Levantar un monumento a partir de un túmulo, levantar las vidas desde la muerte, levantar la memoria desde el olvido, no permitir que las telarañas del tiempo empañen el brillo del recuerdo de hombres que iluminaron con su palabra encendida los años que les tocó vivir, honrar a los escritores extremeños ya desaparecidos con un homenaje de gratitud delante de sus últimas moradas... fueron uno de los motivos que se propuso Ricardo Hernández Megías al comenzar estas biografías en las que casi todos los biógrafos las acaban: en las tumbas. Pero para poder organizar toda esta serie de flash-back, hubo de realizar un trabajo de investigador agotador y a veces descorazonante: el paradero de los restos mortales de muchos de los autores era desconocido y había que deambular por los archivos de los cementerios, de las parroquias -en ocasiones, incluso en las hemerotecas- buscando noticias de los enterramientos y siguiendo después los sucesivos traslados hasta llegar a su actual ubicación o el convencimiento de su desaparición definitiva.
Pero llegados a este punto, con este manojo de biografías ya en nuestras manos, nos damos cuenta de que merecieron la pena sus desvelos. Hoy, bien localizados los sepulcros de estos escritores, su memoria está un poco más viva y todos los extremeños debemos alegrarnos por ello. La manera de ser, de sentir y de pensar de los habitantes de un territorio, aquello que hace que una tierra tenga personalidad, se va forjando a lo largo de los siglos, y son sus escritores, sus pensadores, los que de manera más efectiva contribuyen a formarla, a modificarla criticando sus defectos y ensalzando sus virtudes, a difundirla por el mundo y a diferenciarla de las demás. Por eso todos tenemos una impagable deuda con nuestros escritores. Libros como este nos ayudan a no olvidarla.
Ricardo Hernández Megías es bibliófilo, poseedor de una interantísima y abundante biblioteca. Esta obra, nos confiesa él mismo, es sólo el testimonio de gratitud de un lector. Es verdad. Y todos los lectores de estas biografías -muchas de ellas ya conocidas y estudiadas por otros autores- nos sumamos a esa gratulatoria, pero más allá de la humildad de la frase, estos trabajos nos aportan datos nuevos o nos contratan con los que ya sabíamos y, sobre todo, nos ofrecen una importante bibliografía de cada uno de los personajes reseñados, bibliografía que facilita enormemente el acercamiento y el estudio exhaustivo de sus vidas y de sus obras.
Resulta además, que Ricardo Hernández, es un lector que escribe -y escribe bien- y que como buen lector y buen escritor se apasiona con lo que lee y con lo que escribe. Y estas biografías están narradas desde el apasionamiento, desde la sinceridad y la honradez, desde la subjetividad. El autor no se limita a contarnos los principales acontecimientos de la vida de los escritores que estudia, sino que analiza subjetivamente sus ideales, sus acciones, sus contradicciones... expresando siempre el criterio que tales ideas o acciones lo merecen. Nos da su opinión libre y noblemente sin crueldad pero sin reservas, desde su perspectiva personal, desde su ética de hombre íntegro, pero con la compresión que dan los años y las experiencias.
De bien nacidos es ser bien agradecidos y Ricardo Hernández Megías es un lector que ha sabido agradecer como extremeño bien nacido a los escritores de su tierra por lo que ellos hicieron. Nosotros, ya con el libro cerrado, contemplamos ahora el monumento personal que ha sabido levantar contra el olvido de sus nombres y agradecemos como lectores, este libro de un lector.
José Iglesias Benítez
(BE-2082)
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