Las Cuatro Estaciones:
(Verano XIII)
Sin poder olvidarte, no por menos un poema
he de dedicarte.
(A: Pili)
Lo viajado, lo vivido
¿Qué poema? para relajarse con el agua
de esta alberca bendita al refrescarte
Mírame a los ojos si quieres que los sueños
al reflejarse en el manantial se conviertan
en sueños de realidad.
¿Escucha mi llanto?
¡Es por tu amor que a mi me falta!
y de esa risa tuya que te sueño
que te sale del alma y es mi consuelo.
No puedo ni quiero mirar tu cara
que me despiertas y haces deslumbrar;
acariciare tus ojos sin dejar de mirarte,
y mi cuerpo con el tuyo abrazar.
Y besar tu sonrisa, hueca de felicidad.
Quiero besarte en los labios,
de esa miel de dulzura que emana,
de esa boca tuya, de trino angelical
y besaré, ¡sí! y beberé de ese néctar tuyo
de cristalino caudal.
Después de subir la cuesta fatigada
que menos que este poema dedicado
aunque más retardado que primerizo.
Salió el sol cálido, fragoso y lúcido
de sus rayos, por el ventanal,
delicada asomaste tu carita sonrosada,
dulce, tan dichosa y llena de felicidad.
El encanto de viajar lo desconocido,
y el desenfreno de lo apetecido,
el engorro y el fastidio de la lluvia,
el cansancio al deambular la jornada,
y el andar sin dejar de respirar,
de noche a mediodía y de mañana.
Hoy estás feliz, sonríes de amor
de sueños que tuviste ayer y hoy
y de los que has de tener mañana...
Camino de la Virgen, 3 de agosto de 2021
Romero Salgado Pacha
No hay comentarios:
Publicar un comentario