Poemario: "Tus buenos consejos"

 Las Cuatro Estaciones:

(Otoño XVII)

Poemas dedicados.

Con mucho cariño:

(Para V.)

Tus buenos consejos (Poema)

I

Pasa y corre el viento

pasa con aires de lamento.

viene cargado de frutos

que son tus recuerdos.

Parecen presagiar cambios

en la triste soledad

de un estado estable

que arrastra el tiempo.

Por el paseo de Madison

nos cruzan los pensamientos,

vanos de cosas triviales

con tu imagen como recuerdo.

Esa dorada dentro de mí.

es el clamor de mi mente.

Escucho a las ovejas balar

junto al paso del sendero.

La carretera paralela pasa

los coches que pasan,

pasan y van pasando

como una vía de ciudad.

II

El ruido de los motores

nos van dejando sentir

y el sol hace que salió

y ya va quemando.

Ese sol del Veranillo

 de San Miguel, quemando. 

 Pesan los pies de caminar,

de tanto andar por veredas.

De tanto patear y patear,

por el camino y el campo.

Estamos en tiempo otoñal

y todo nos sentimos agobiados.

Deberías descansar unos días

ella así lo quiere con fervor,

que nosotros lo hagamos.

todo es por ese bien deseado.

Ella anhela ese descanso

como si lo sufriera su cuerpo,

es compasiva tiernamente

cosa que le agradecemos.

III

Ella intuye ese cansancio

cuando nota al escribir 

que mucho nos equivocamos.

¿Tes estás durmiendo o estás cansado?

Ella ya nos conoce y sabe

sí soñamos o estamos despiertos.

Solo de ver correr la pluma

y el dedo al Wasap aplicado.

Y hay qué decir no se equivoca

ni en lo malo ni en lo bueno.

su intuición sigue siendo

de firmeza y tan acertada.

Es como el correr del tiempo,

Sabe cuándo tienes problemas

y de que lado corre el viento.

y nosotros somos un desconcierto.

Corre ¡Sí!, corre la vida,

y vuela el tiempo como el viento.

unas a favor y otras en contra

pero corre ¡Sí! sin concierto.

IV

Esa bondad tuya hacía mí

de sentir y otras aplaudir

mis logros y mis descontentos

y las tristezas que me apenan.

Salen del corazón muy dentro

con hondos sentimientos.

Es como estar en una nube

lo más alta del firmamento.

Es como soñar bailando

y reír cuando estás serio.

Vale tanto ese amor tuyo

que tan lejano me ha llegado.

V

Pero es tan cercano al mío,

que la distancia se hace corta,

que tú y yo nos damos la mano

y tan cerca que nos besamos.

Entrelazando tu vida y la mía,

en este final de la vida desesperada.

Abrazamos entre gozos los dos

como de niños huérfanos.

Caminemos juntos, con armonía,

con las manos agarraditas.

Es la única esperanza que queda

de estar vivos o estar en el cielo.

Los puentes de Madison, 1 de octubre de 2021.

Romero Salgado Pacha.