Autor:
Dr. Dencil.
Desde los orígenes de la humanidad, el ser humano comenzó a experimentar -mejor dicho a sufrir- un extraño fenómeno que puede que a nuestros primeros padres les haya parecido algo "mágico", misterioso y que no atinaban a comprender.
Ese "algo" que no podían entender hacía padecer a sus cuerpos, acortaba sus existencias y, en múltiples ocasiones, los causaban la muerte en forma prematura. El objetivo de esta obra no es otro que considerar y comentar todo lo que al hombre respecta con su salud.
Santiago de Chile, 1993.
Ed. M.D.V.B.
308 páginas.
Ilustraciones en sepia.
Rústica.
15.5x21 cms.
El autor:
El Dr. Dencil se titula así mismo como doctor en genética, naturólogo, creador de la iriogenética, científico a nivel mundial y en su currículum destaca ser presidente de la Asociación mundial de la Salud y de la Sociedad Chilena protectora de la salud natural. Sólo olvidó poner charlatán.
Sin referencias concretas.
(BG-5630)
Era por los años noventa, solíamos verle muy a menudo entrar en una papelería-librería, CANF que había en la calle de la Cruz Verde, junto al Parque de Tierno Galván, en Madrid. El mismo se dió a conocer como el único científico del mundo en su clase, que fabricaba sus propias pastillas y tan solo mirar los ojos de la gente ya sabía si tenía buenos genes o no.
ResponderEliminarOjeaba siempre que iba por la papelería, con insistencia aquellas revistas que le concernían y cuando daba con un artículo que le interesara pedía al dueño se lo fotocopiaran, evitaba siempre comprar el artículo.
Hubo un caso particular que no pasó, ni mucho menos desapercibido para todos los que le conocíamos. junto a la tienda había una panadería, los dueños de esta tenían un hijo con problemas, una enfermedad, al parecer difícil de curar y decidieron ponerse en sus manos, aportando para ello cuatrocientas mil pesetas. El Dr. Dencil aseguró que se curaría, así que lo estuvo tratando un tiempo pero el chico no mejoró. El charlatán, como todo el mundo comenzó a llamarle, de la noche a la mañana desapareció y no volvimos a verle. Si que aparecieron, sin embargo, noticias en la prensa sobre unos hechos ilegales y que la justicia trataba de dar con su paradero. Al parecer solía cambiar con frecuencia de domicilio...