Plaza de Plasencia
Plasencia
Es agradable pasear por esta ciudad tan emblemática, sus calles hablan de tiempos lejanos y sus edificios y monumentos nos van contando historias antiguas. Es agradable pasear por esta ciudad cacereña engrandecida por su Catedral. La Plaza Mayor, rodeada de soportales y totalmente peatonalizada con árboles y bancos para descansar y pasar la tarde, el ayuntamiento se encuentra en la misma plaza y fue construido en el siglo XVI y alberga una torre campanario donde curiosamente hay una figura humana que se dedica a dar las horas chocando con un martillo la campana del campanario, esta figura es el abuelo Mayorga.
El abuelo Mayorga se ha convertido en el icono característico de la ciudad de Plasencia, la plaza Mayor es un punto turístico al que muchos llegan buscando esta curiosa figura con ropajes renacentistas. La figura actual mide dos metros y pesa unos 85 kilos, antiguamente se creía que era de hormigón y por su peso atrasaba el reloj, esta figura se construyó en los años 70 en chapa.
Compramos el periódico en un local de prensa y revistas en la plaza y Pepe adquiere una guía de Plasencia editada por Everest y antes de salir de la tienda, la señora que nos ha atendido tiene el detalle de obsequiar a Alicia ofreciéndole amablemente un chupa-Chups.
En la parte del poniente se encuentra la iglesia de San Gabriel, la entrada la tiene a la vuelta de la plaza, por detrás de la parroquia, a través de la puerta de entrada vemos que están diciendo misa. En el exterior, en una placa podemos leer: “En esta iglesia se casó Don José María Gabriel y Galán, año de 1898”.
Al menos un par de veces o tres nos hemos acercado todos hasta la Catedral por la mañana y por la tarde y, curiosamente, siempre la hemos encontrado cerrada. Según observamos el exterior de su monumental arquitectura, hacemos referencia a ella, en alguna parte lo habíamos leído y estaba guardada en la memoria, saliendo espontánea la frase con una seguridad que hasta nosotros nos extrañó.
- De estilo plateresco, Pepe.
- ¡Ya! ¿Lo has leído? – dice el sonriendo.
- ¡No! no lo he leído, ha sido una pronta intuición, de esas veces que se te aparece algo y resulta serlo, ya que entendemos poco de arte. - le contestamos.
Poco después vemos que hay una placa con un texto explicativo que parece decirlo, por este motivo hizo la pregunta Pepe.
Plasencia, mayo, 2000
Alonso Pallares
No hay comentarios:
Publicar un comentario