Autor:
Javier Cercas
- Una vez, los alcalde de Pisa y Venecia se pusieron de acuerdo para contrariar de repente a los visitantes de sus ciudades, que durante siglos se han sentido encantados tanto de Pisa como de Venecia, haciendo trasladar y erigir, en secreto y de la noche a la mañana, la Torre de Pisa en Venecia y el Campanaille de Venecia en Pisa.
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