Del poemario:
Autor: José Iglesias Benítez
Cáceres, 2007
Ed. Diputación Provincial de Cáceres.
Institución Cultural "El Brocense"
Páginas, 15 y 17 y 19.
Hasna (Poema)
Invocaré a los dioses para hablaros
de tanta luz dormida y tanta pena:
Dos gotas de azabache eran sus ojos,
o dos lunas, en ébano bruñidas,
que miraban doliendo y perduraban,
tenaces en la lluvia y en la sombra.
Astarté, bondadosa, ruegue el sueño
y el don de la palabra a quien los pinte
e ignoren el pozo negro en que yacían
o las enormes simas de tristura
a las que me asomaba al contemplarlos.
Afrodita me asista en cuando digo
pues digo que vestal era en su templo
y palma de martirio su corona.
Ejercía en amor como se ejerce
el amor sin amor, a plazo fijo.
Ejercía en amor como se ejerce
el hambre, o el dolor, o el desengaño:
sin nada que decir y mansamente.
Si compartió sudores o abandonos,
el pan le tristeaba por la boca
y abonaba con llanto la factura.
Que Venus atestigüe mi relato
pues fue sacerdotisa en su provecho:
Digo que tuvo amor en mi costado
y que nunca en mi lecho fue caricia
ni óbolo pagué por beso alguno.
Mas tuvo en mí un pesebre de ternura
y un portal contra el frío en mi palabra.
Versos le di, que acaso no entendiera,
mas supo que su música era noble
y mi laúd lloraba con su lágrima
como una cierva herida entre los brezos.
Que Baco me condene sin remedio
o me quite el placer o la dulzura
si no digo que fue dulce y hermana.
De mi mano comió como se come
al ismo Dios, con hambre y con entrega.
Y lloró limpiamente y se hizo niña
en el trino caudal de las alondras.
que en mi lengua extranjera la arrullaron.
Carne de amor, o carne mercenaria,
mas permita Dionysos que os cuente
que aquella noche fue de amor y vino
su corazón a calentarse. El mío
le dio un hogar ardiente. En él me habita.
Que PrÍapo la guarde y la haga fértil
y redima la luz de su tristeza.
(BE-2233)
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