"En esta lenta soledad del día"
Madrid, 1988.
Ed. Beturia.
Página, 65.
Autor:
José Iglesias Benítez.
Final (I)
Y ya habitaba Dios en el olvido
cuando vino la muerte.
El hombre la esperaba sentado en los escombros
del viejo corazón desvencijado.
Tranquilamente habló:
"¿A mí me buscas?"
Y una mirada larga, de agua, respondía.
Años, siglos, milenios, edades inconclusas
emergieron del fondo de las cuencas opacas.
La muerte no busca al hombre ni al poeta.
soñaba solamente la palabra no escrita,
el milagro de un eco transformable en dulzura,
la verdad transparente de algún sonido mágico
que librara sus besos de la saña perpetua.
(BE-1839)
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