Poema dedicado:
Para:
(Alfonso Caballero Trenado
y María del Carmen)
Del poemario:
"En esta lenta soledad del día"
Madrid, 1988.
Ed. Beturia.
Página. 45
Autor:
José Iglesias Benítez.
La huella.
Dejó rota la huella el peregrino.
---¡Pobre pisada sola y dolorida!---
¡Cuánto dolor ajeno y cuanta vida
quedaban con la huella en el camino!
Quedó la huella rota. Su destino
fue borrarse, morir. Nació vencida:
¡Un corazón de arena estremecida
que el viento arrastra en tierno desatino!
Nadie la recordó. Sólo la arena
la recogió en su seno, grano a grano.
---¡Dulce llanto de polvo por su suerte!---.
El camino, en el fondo siente pena.
Mira la huella y sabe, casi humano,
que fue ganar un paso hacía la muerte.
(BE-1822)
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