Contamos esta anécdota de la comida cuando fuimos a pedir el menú:
-¡A ver qué vas a pedir! –le dice María Ángeles a José Mari.
-Ya veré. –dice el joven.
-El chico ya sabe comer más cosas. –dice Pepe.
Se ríen los dos, el padre y la madre de José María.
-Hasta hace poco no había otro plato que el de filete con patatas. –prosigue María Ángeles.
Entonces dice Pepe:
-¡Sí! Desde el día ese que le preguntamos cuando ya todos habían pedido “¿Tú quieres como es natural filetes con patatas, no?” y él contestó: “¡No!, voy a cambiar”. Cosa que sorprendió a todos que se le quedaron mirando. “¡Hombre…! Vamos a ver…”, pareció sorprenderse Pepe, mirando a su hijo perplejo. “¡Sí! Hoy quiero patatas con filete” La sorpresa fue mayúscula y todos rompieron a reírse.
El plato del día era paella y merluza, con pan y vino, el precio no llegaba a las mis trecientas pesetas cada uno, no era nada caro. Cada uno pidió aquello que más le apeteció y, como no, José María pidió patatas con filete.
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