Las estancias.
"Revelaciones"
Autor: José Iglesias Benítez
Cáceres, 2007
Ed. Diputación Provincial de Cáceres.
Institución Cultural "El Brocense"
Páginas, 55 y 57).
Yo me inventé un amor por estas calles (Poema)
Yo me inventé un amor por estas calles
Era un amor menudo y dulce como
un rumor de palabras detenidas,
como un picar de pájaros humildes
en los ojos sin luz de las estatuas.
Era un amor menudo, de suburbio,
dulce como la flor del desencanto
de un amor que se muere o se transforma;
tibio como ese sueño que termina
y sigue en nuestros pasos indecisos,
camino del trabajo y entre sombras.
Yo me inventé un amor por estas calles.
A veces, en el parque, me buscaba
los ojos y los labios o intentaba
escaparse al jardín de la alegría
conmigo de la mano.
Desde el metro
ascendía, Eurídice de Luna,
y eran lenguas de fuego las miradas
ciñéndose a sus muslos.
Con el frío,
mirábamos el vaho en los cristales,
y aquel café y el humo en el cigarro
nos trenzaban los sueños en volutas,
sin pensar que los sueños destrenzados
nos cobran en monedas de ilusión
los vidrios rotos.
Otras veces era
otoño en su mirada y desprendía
un vago olor de tierra removida
y hojas secas.
Yo amaba tiernamente
entonces su calor, y carne abajo
me quedaba a merced del desconsuelo
de saberla mortal y fugitiva
-irremediablemente fugitiva-
como un grito de pólvora en el aire.
Amé su cuerpo en noches de neón
y en las cañadas de su piel llovía
-un adarme de miel- mi dicha toda.
Yo me inventé un amor por estas calles
rodadas de otros tráficos, ahora,
y aún busco sus huellas y una azumbre
de aquella luz de flores de manzano
en el asfalto que acogió su peso.
En la luna de algún escaparate
debió quedar su imagen congelada,
como una estrella despoblada y fría.
(BE-2245)
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