Junto al Arroyuelo (Poema)
Este dulce sentir junto al arroyuelo
escuchar el arrullo del agua,
correr entre las peñas saltando.
En este día esplendoroso,
hasta el corazón latir con más ardor,
con este vaporoso de sol que luce,
que abrasa el frío de la mañana.
Frío que se ablanda como el vapor.
Y este verdor que aparece por estas
márgenes del arroyuelo
suaviza esa crudeza del invierno.
El recogimiento del agua sorprende
verla correr a su paso, delante
de la mirada que absorta se detiene al verla.
Esta sinfonía que emerge del silencio
y de esa alegre armonía
del arroyuelo que nos nubla la visión.
Esplendor que nos hace ver esa simplicidad
de imágenes vivas que destellan
a los ojos, para después cegarlos.
No poder ver por esa intensidad de luz
que nos aplasta y nos hiere el pecho
que se mete muy dentro de él.
Este es un día de dicha
de naturaleza viva y se adentra
por todos los poros de la piel.
Veo a la sierra frente a mi
cortando el cercano horizonte
viendo como se alarga perdiéndose
y haciéndose invisible en busca
del otro extremo.
¿Cuántos rincones de la umbría
no ha de haber, ignorantes siempre
de la sorpresa de poderlos ver.
Rincones que al encontrarlos
una visión rara y extraña
nos sacude el no verlos antes.
Son cosas de la naturaleza
que guarda ante la mirada
que desapercibida no llega a ver.
Es el tesoro que buscamos
y sin darnos cuenta luego aparece
sin apenas darnos cuenta encontrarlos
.
Es la piedra piramidal misteriosa
de la que todos quisieran saber
y también desean poseer.
Son los entresijos del tiempo,
que aparecen y desaparecen,
sin tan siquiera saber por qué.
Es la forma de pensar y de sentir,
el tener esa voluntad de pasar
por la vida de puntillas.
Porque la vida es lo más sencilla
que no podemos encontrar siempre.
Es como una sinfonía inacabada
que a veces nos hace palidecer.
Cuando en el camino encontramos
obstáculos, que estaban ahí
y que nunca quisimos ver.
Son acordes de una melodía
que nos transmiten sentimientos
y se adentran en lo más hondo
de nuestro ser.
Y es muy difícil de arrancarlo
cuando se adhiere a nuestra piel.
El Arroyuelo, 5 de noviembre de 2021.
Romero Salgado Pacha.
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