Comida en La Coronada
Seguimos con este viaje que hicimos a la Serena los integrantes de esa comitiva del Hogar Extremeño de Madrid. Como hemos dicho en la reseña anterior recorrimos toda la comarca, incluido Zalamea. En este lugar visitamos el momumento imponente del dístilo de Zalamea de la Serena, también nos retratamos en el mismo con otra fotografía. Este grupo de extremeños fue más reducido al de otras ocasiones debido a que faltaron varios de los componentes del mismo, entre ellos el amigo Pepe y su esposa Marian que no pudieron asistir por el nacimiento del hijo que con tanta ilusión ya esperaban.
Y en la sobremesa bien que se le recordó a Pepe y se le echó mucho de menos ya que nos faltó su palabra de rapsoda y su buen humor. Hecho que siempre acostumbraba a tener en todas las sobremesas donde siempre hacía que estas transcurrieran más cordiales y amenas, siempre escuchando su poesía y sus chistes para que no faltara ese relax entre preciosos versos que nos recitaba y la alegría que suscitaban sus palabras bien humoradas. Todo transcurría con risas mientras apurábamos ese café y el licor de rigor que nunca faltaba.
Una imagen no muy lograda, que digamos, en esta comido de cruce de carreteras
en La Coronada y en la que apenas podemos distiguir
la cara de muchos de los componentes del grupo.
A la derecha presidiendo la mesa: El profesor, investigador, escritor y bibliófilo, Juan José Arias Moreno, en el centro de fondo y de perfil: El bibliófilo, Antonio Pedrero Rubio.
De espaldas: de derecha a izquierda: El pintor dombenitense, Antonio Gallego Cañamero, inconfundible por su coronilla y su melena, junto a su esposa Palmira, los dos ya fallecidos; la poeta natural de Garbayuela, Victoria Gómez, junto a ella el bibliófilo, Alfonso Caballero Trenado y seguidamente la poeta Lola Martín Ramos...
Foto: Alejandro García Galán
La Coronada, agosto de 1983
Alonso Pallares
(BE-2463)
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