Poemas dedicados:
Poemas dedicados:
(Recordando al poeta Ángel Aparicio)
Del poemario: "Clamor de la memoria"
Madrid, 1998.
Ed. Beturia.
Páginas, 41 y 42.
El autor:
José Iglesias Benítez
En las tardes como éstas
Ángel, amigo mío, en este atardecer
que ya el verano lame, en lentitud de perro,
con su lengua de espuma, opaca y sudorosa,
te recuerdo y me extraño de que no estés conmigo
consumiendo el instante con tu palabra mansa.
En las tardes como éstas hablábamos sin prisa,
chorreando nostalgias al calor de los versos.
Bebíamos ¿Recuerdas?, un vino fuerte y blanco
que tu llenabas siempre de Gredos o de Gatas,
de Villuercas y Jertes: de Extremadura viva
en sierras y jarales, en Tiétares brillando
por el alma encendida que brillaba en tus ojos.
Me hablabas de tus niños, los niños de tu escuela,
y entonces la ternura te desbordaba el pecho
de harina bien cernida para amasar bondades.
En las tardes como éstas te recuerdo y me extraño
de que no estés conmigo recitándome versos.
e han dicho que te fuiste trepando por diciembre
a pescar una estrella en un lago de sombra.
Ya el invierno mostraba sus dientes amarillos
y los clavó en tu carne con fiera dentellada.
Tu corazón tan grande que estallaba de amores
se abrió como una fruta para sembrarse hondo.
Ahora te recuerdo y me duele tu ausencia.
Y en mi alma me aúlla este lobo de pena
de sentir que no tengo tu palabra a mi lado.
Ángel, amigo mío, si allá donde hoy recorres
caminos siderales te encuentras con un alma
callada y solitaria, recítale unos versos
y alégrale el camino: quizás en ella habite
un poco de mi vida que se marchó contigo
trepando por diciembre, vencida del otoño.
(BE-1975)
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