Poemas en tránsito (XVIII)
Con todo el cariño, y toda esa inmensa paz que ella siempre irradia.
Por esa motivación que continuamente nos ofrece generosamente.
Para Violeta.
Eres mi estrella
¡Sí! Anoche miré el firmamento,
era noche cerrada, noche de lobos.
Miré correr veloces las estrellas
por ver si errante te encontrara
Es difícil, pero no imposible
por eso insistí y sigo mirando
como el ver de una mosca el vuelo
Como pasa el tiempo. Como pasara,
y sin darnos cuenta, la vida pasa.
Seguimos sin darnos cuenta de nada
Ni te cuento, pasa rapidísimo.
Y es la hora. Una hora cualquiera.
Como pasa también el espíritu.
Como pasamos tu y yo, sin vernos.
¿Por qué serán las cosas de esta manera?
¿Qué será lo que nos tiene reservado?
Es el destino. Horas que pasan,
con la languidez de un suspiro
arrastrando nuestros sentimientos
y nos hacen vivir, sin estar soñando.
II
Y vivimos sin darnos cuenta soñando
¿Qué podemos hacer en ese espacio?
Si el tiempo sigue corriendo y no para
y de vuelta vamos a nuestro exilio.
Sentires que aparecen y desaparecen,
tras de esa estrella en la que tu vas,
Pero miro el firmamento y no te veo,
¿Dónde escondiste esta noche oscura?
que miré y no pude verte, ni oírte
y vi a muchas fugazmente pasar.
Ninguna eras tú. ¿Te dormiste, tal vez?
en un resquicio de la galaxia
Miraré esas noches de nitidez clara.
Sal radiante de esa belleza tuya,
para yo verte, besarte y abrazarte
y decirte los buenos días, lucero mío,
cuando de tu sueño decidas levantarte.
Calvario,23 de junio de 2021.
Romero Salgado Pacha.
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